Imagina la salud mental como algo que ya todos tenemos, lo que marca la diferencia es la calidad de esta. En otras palabras, “tener” una buena salud mental es mantener hábitos de autocuidado y mejorar o reemplazar hábitos que no funcionan o no son saludables. Es importante reconocer que cuidar o mejorar nuestra salud mental requiere un esfuerzo continuo, y en ocasiones el uso de técnicas o estrategias para fortalecer nuestros hábitos de autocuidado y darnos la capacidad de superar los obstáculos que se presentan.
Que es cuidar y mejorar la salud mental
Aunque cuidar y mejorar trabajan juntos para tener una buena salud mental, hay diferencias importantes entre estos dos conceptos. Cuidar, se conecta más con mantener una salud mental que ya es de alta calidad y prevenir que esta deje de ser buena. Por el otro lado, mejorar involucra crear las circunstancias adecuadas para conseguir una buena salud mental, siendo principalmente un proceso de transformación.
Cuidar la salud mental
Cuidar la salud mental es como mantener un jardín floreciente. Justo como el jardín que requiere atención constante, nutrición y cuidado para crecer y prosperar, nuestra salud mental también necesita ser cultivada y protegida. Imagina que tu mente es como un terreno fértil donde siembras semillas de pensamientos y emociones. Al igual que cuidarías tus plantas para que crezcan sanas y fuertes, debes nutrir tu mente con pensamientos positivos, emociones saludables y experiencias enriquecedoras. Esto implica ser consciente de lo que alimentas tu mente.
Cuidar la salud mental también implica prestar atención a las señales de advertencia y actuar antes de que los problemas se agraven. Es como mantener un ojo en las plantas para detectar signos de sequía o enfermedad y tomar medidas preventivas para protegerlas. De manera similar, debemos estar atentos a nuestros propios estados mentales y emocionales, y tomar medidas para prevenir el estrés excesivo, la ansiedad o la depresión antes de que se conviertan en problemas graves. Así como cuidamos nuestras plantas podando las ramas muertas, eliminando las malas hierbas y eliminando plagas, debemos aprender a manejar nuestros pensamientos negativos, hábitos poco saludables e influencias negativas. Esto implica desafiarnos a nosotros mismos a superar patrones de pensamiento negativo, establecer límites saludables en nuestras vidas y practicar el autocuidado regularmente.
Mejorar la salud mental
Continuando con la analogia del jardín, imagina que tu mente es como un jardín que ha sido descuidado durante mucho tiempo. Quizás las malas hierbas del estrés y la ansiedad han invadido tu espacio mental, o las flores de la autoestima y la confianza están marchitas por falta de cuidado. Mejorar la salud mental implica identificar estas áreas problemáticas y tomar medidas para revitalizar y fortalecer tu jardín interior.
Tal y como renovar un jardín requiere tiempo y esfuerzo, mejorar la salud mental implica comprometerse con prácticas y hábitos que fomenten el crecimiento personal y el bienestar emocional. Esto puede incluir la práctica regular de la atención plena o la meditación para cultivar la calma interior y la claridad mental, o la búsqueda de ayuda profesional para abordar problemas subyacentes como la depresión o la ansiedad. Al igual que plantar nuevas semillas, traer tierra fértil o reconstruir los sistemas de riego para promover el crecimiento del jardín, mejorar la salud mental implica adoptar nuevas formas de pensar y comportarse que fomenten el bienestar emocional y psicológico. Esto también implica desafiar patrones de pensamiento o comportamiento no saludables, reestructurar ideas y perspectivas, e implementar o cambiar hábitos de autocuidado.
Si estas teniendo problemas para cuidar o mejorar tu salud mental, no dudes en recurrir a la ayuda de un profesional. Puedes reservar con nosotros el servicio de terapia psicológica, que es totalmente gratis en tu primera cita.
En conclusión…
Al igual que construir, crecer, alterar y florecer un jardín nos llena de alegría y satisfacción, mejorar y cuidar nuestra salud mental nos permite experimentar una mayor sensación de paz, felicidad y plenitud en la vida. Al comprometernos con nuestro propio proceso de crecimiento y transformación, podemos cultivar un jardín interior que florezca con salud, felicidad y vitalidad.